La hamburguesa estará disponible en los 555 restaurantes de Burger King y los 379 de KFC en Francia, con una peculiaridad: Burger King ofrecerá su versión con carne a la parrilla, mientras que KFC la servirá con pollo crujiente.

Para promocionar esta alianza inesperada, las marcas lanzaron una serie de acciones que captaron la atención de sus clientes. En los días previos al anuncio, los restaurantes de ambas cadenas presentaron "anomalías": baldes de KFC aparecieron en Burger King, mientras que vasos y envoltorios de Burger King sorprendieron en KFC. 

Además, un teaser publicitario en televisión mostró breves clips de empleados de ambas marcas bailando juntos, despertando curiosidad entre el público.

La campaña oficial, lanzada esta semana, incluye anuncios en exteriores, plataformas digitales y un divertido comercial de televisión. En este, los empleados de ambas cadenas cantan y se abrazan al ritmo del clásico "Why Can’t We Be Friends?" de War, simbolizando su unión temporal.

Detrás de esta estrategia está la agencia Buzzman, con apoyo de Havas Paris en redes sociales y Wavemaker y Havas Media para la distribución publicitaria.

Esta colaboración histórica demuestra que, al menos por un tiempo, incluso los mayores competidores pueden ser los mejores amigos.